viernes, 12 de febrero de 2016

El escritor maldito y un pequeño pueblo pesquero del litoral alicantino


Moraira es un pequeño pueblo  pescador alicantino que se encuentra junto al Mediterráneo, de unos 14.000 habitantes. En la actualidad es un núcleo turístico importante, pero en 1969 recién comenzaba a despuntar el turismo en la costa mediterránea, cuando llegó Chester Bomar Himes y su esposa Lesley con el propósito de escapar de una vida maldita.
Chester Himes nació en Jefferson City, Missouri, EE.UU., en julio de 1909. 

Chester Himes
La vida no fue fácil para él ,especialmente en su niñez y adolescencia. Empleado como mozo de almacén, camarero, trabajos diversos en varios lugares, fue apresado por la policía cuando contaba 19 años por participar en un robo. En ese entonces, después de vagar con sus padre por Missouri y Ohio, el joven afroamericano estudiaba en la Universidad de Columbus, pero a causa de su detención fue expulsado. 

Su adolescencia estuvo marcada por el juego y los ambientes delictivos y aunque se libró de la cárcel, quedó la impronta policial en su vida, y dos años después, fue detenido por robo a mano armada, fue condenado a 20 años de prisión. Su buena conducta en la institución carcelaria, su ayuda a otros penados a quienes enseñaba a leer o ayudaba en tareas cotidianas, le valió cumplir solamente 7 años de prisión . Estando en el presidio comenzó su andadura como escritor, llegando incluso a publicar un relato dentro de ella. Salió en 1935 y su vida dio un vuelco bastante interesante. Aún trabajaba de lo que salía, pero continuaba escribiendo y en 1945 publica su primera novela: “si grita, déjalo ir”, la historia de un negro acusado de violación por una mujer blanca que lo deseaba.

Su primera novela policíaca
El estilo duro, insensible, descarnado, de sus historias de novela negra, fueron la impronta de su estilo como escritor. Aunque exploró otros campos, siguió con una severa y áspera denuncia sobre el racismo en su país. Cansado de ser considerado un escritor maldito, se traslada a París, donde conoce a otros escritores como Ernest Hemingway  . Richard Wright o James Baldwin, otros escritores que cómo el exploraban territorios similares. Había vivido varios años en el Harlem peligroso y poco recomendable, donde junto a sus vivencias en la cárcel, le dio pie para realizar una serie de novelas de éxito. A diferencia de otros escritores similares, Himes narraba con una cierta perspectiva, sin intentar protestar contra el racismo, ni reivindicar su parte africana. Era más bien la denuncia desnuda, la narrativa descarnada, el lenguaje barriobajero al que estaba acostumbrado, lo que gustó a sus lectores.
En su autobiografía “La cualidad del sufrimiento”, Chester Himes cuenta lo que fue su vida en Estados Unidos : “ América me hizo mucho daño – escribió -.Cuando luché por medio de la literatura, decidieron destrurime, nunca sabré di a causa de ser yo un degenerado ex presidiario que rehusaba llevar el hábito de la penitencia, o un negro que no aceptaba el problema de los suyos como propio”.

En París, además de otras publicaciones,  comenzó una serie policíaca teniendo a dos policías de poca monta, Sepulturero Jones y Ataúd  Johnson, como principales protagonistas. Sus pocas luces, la infantilidad de los interrogatorios, una visión fatalista de la vida ,  la ironía y el buen humor dentro de ese submundo, los hizo perfectos para el público de las novelas negras.
El comienzo de la saga de Sepulturero y Ataúd
 Una decena de títulos salió de su imaginación, de su vivencia, del submundo de Harlem y ello le permitió, a diferencia de otros escritores similares, vivir con cierta holgura, aunque siempre fue catalogado como un “escritor maldito”. Una periodista inglesa de nombre Lesley le solicitó una entrevista un buen dia, y ella conectó rápidamente con el afroamericano, quien comentó después que era el “primer caso de daltonismo” sobre el particular.
Pero lo cierto es que la cosa terminó en matrimonio, pero aún en París Chester Himes sentía sobre sí la velada sombra de la opresión a su trabajo. Como se negaba a cambiar, a almibarar sus crudas novelas, hizo que el escritor maldito tuviera dinero, pero no fuera feliz. “Sin la adversidad, hubiera sido un escritor mucho mejor” comentó en una ocasión.

ESPAÑA Y UN CAMBIO

En los últimos años del franquismo, España abrió puertas al turismo y su mujer Lesley descubrió el mar mediterráneo, los pueblos blancos y la costa levantina. Convenció a su marido de la conveniencia de un cambio, y Chester, que no tenía nada que perder y mucha paz que ganar, lió sus bártulos y una mañana de 1969 se instalaba en una urbanización bastante selecta, “El Pla de Mar”, en la pequeña población de Moraira, desde donde podía contemplar la hermosa visión del peñón de Ifach emergiendo del Mediterráneo.
Sin embargo, la sensación de desarraigo y desencanto siguió latente en su vida. Los pobladores de Moraira desconocían el pasado del escritor, y era uno más dentro de la cabida que una pequeña población puede dar a un extranjero  norteamericano negro con una mujer inglesa blanca.
 Pero vivió anclado en su propio mundo, un tanto recatado del exterior, y sin hacer demasiado amigos lugareños. Se lo trataba como lo que parecía ser: un hombre negro, quizás rico, distante, y un tanto enfermizo que estaba pasando su vejez en un lugar algo apartado.

SUS ULTIMOS AÑOS

En 1976, la vida comenzó a pasarle factura. Empezó a sufrir distintos momentos de parálisis, y el Parkinson motivó finalmente que sus últimos siete años de vida lo pasara en una silla de ruedas, cuidado y atendido diligentemente por su esposa Lesley.

El matrimonio Himes, Chester y Lesley
Solamente una docena de personas asistieron en el cementerio de Benissa a su entierro en 1984. Su esposa, su médico, algunos vecinos, el escritor Bernat Capó y el entonces alcalde de la ciudad, Miguel Martínez Llobel. Era un frío día de noviembre, y casi la totalidad de la población desconocía que con él moría todo un estilo en la novela negra policíaca.

Su esposa,  que seguía teniendo una visión un tanto aventurera de la vida , marchó a Estados Unidos, decidida también a requerir una reivindicación a su memoria. Instalada en Nueva York hasta su muerte en el 2000, pergeñó una biografía junto a Ed Margolies, conocida como “Las varias vidas de Chester Himes”.

El pueblo pesquero de Moraira también en su momento,  reivindicó su presencia en España años después, y actualmente se ha erigido un monolito recordatorio en las inmediaciones de su urbanización, consiguiendo que de esta manera la gente conociera que el vecino callado, retraído y solitario que vivía en un chalet de Pla de Mar, había llegado con un cargamento de literatura muy importante tras de sí, y que sus novelas negras policíacas, que aún se siguen vendiendo, habían calado hondo en ese género especial y dejado una huella muy particular, muy desgarrada, pero muy personal, difícil de olvidar.





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jueves, 4 de febrero de 2016

Inventos de nuevos emprendedores murcianos


En estos días me he encontrado con dos actos de emprendedores, que dicen a las claras que las ideas no están obsoletas, y que el “que inventen ellos” queda desmentido y olvidado entre los tópicos obsoletos. Hoy la gente intenta competir con nuevas ideas, nuevos productos.

Son actividades que no tienen nada que ver uno del otro. El primero me lo encontré por casualidad en la localidad de Archena. Detengo el motocarro junto a una nave que parecía abandonada, para mirar el móvil y despacharme un croissant. Sale de la nave un señor, se acerca y charlamos. El motocarro tiene eso, que atrae a diversas personas, por el desconocimiento del vehículo, por los carteles sobre el Medio Ambiente, o por otras razones diversas y variopintas.
Pedro Guillén junto a la nueva máquina

Pedro Guillén me introduce casi de inmediato en su proyecto: una maquinaria destinada a moler los rastrojos que quedan luego de la cosecha, para ser reutilizado como compost, acolchado anti hierbas, o abonar simplemente la tierra que se ha utilizado en la cosecha anterior.
En el interior de la nave, a la que accedemos poco después, varias maquinarias, remolques, restos de lo que fuera una empresa de cartonaje, y diversa herramienta y elementos de trabajo. En medio, la perla de la recientemente creada “Molyco Ambiental SL “, empresa que fuera creada en octubre del pasado año, dedicada a servicios agrícolas a terceros, fabricación de maquinarias, venta y alquiler de maquinarias y productos agrícolas 

Bajo el plástico, la primera máquina, probada en 2015
Se trataba del producto mejorado de algo que el año pasado fue un prototipo de moledora de residuos. Existen en el mercado multitud de maquinarias de este estilo, desde las pequeñas que suelen verse en granjas o huertos pequeños, hasta complejas y complicadas máquinas de algunas toneladas de peso. La que estábamos viendo estaba a medio camino entre una y otra.
Podrá pesar más de media tonelada, y según el propio inventor, tiene diferencias muy marcadas a otras existentes. Para ello me habla de los sitios en invernaderos en Murcia y Almería. En estos sitios generan se más de un millón de toneladas de restos orgánicos. El millón solamente lo produce Almería, con trazas de pesticidas y abonos. También 30.000 toneladas de plásticos y 6.000 de otros residuos diversos. Estos restos son un foco de propagación de plagas y una fuente de lixiviados, altamente contaminantes. Y terminamos comiéndolo, bebiéndolo o ingiriéndolo de alguna manera.

Pedro Guillén habla de las diferencias de su maquinaria con respecto a otras : puede cortar hilos y plásticos, algo que suele enredar a otras máquinas de este estilo. Comenta que lo suyo sería que se obligara a utilizar los nuevos plásticos degradables, y un hilo de algodón en lugar de los utilizados, de material no biodegradable. Me comenta que el nuevo modelo podrá triturar y preparar material orgánico en unas cuatro horas por hectárea, lo cual es rápido y eficiente. Tiene mecanismos para detener o moler pequeñas rocas que pueden caer por el volquete, funciona con un potente motor, y podría ahorrar molestias y pagos a los agricultores, que en la actualidad deben llevar los residuos a las plantas de recogida y regeneración   residuos ( la mayoría de los residuos son quemados, no reutilizados). Pero las plantas existentes están saturadas, y además tienen que pagar por ello. De modo que existen infinidad de vertederos ilegales, y esto podría ser, con un menor desembolso y sobre todo, por una mejor gestión y reutilización de los residuos.
 Asimismo porque este residuo compostado y reutilizado permite utilizar menos fertilizantes y abonos químicos.
La maquinaria está casi a punto. Se presentará oficialmente en unos 15 días en un campo cercano a Murcia capital, y a partir de entonces, la nueva sociedad piensa que podrá fabricar varias maquinarias de este tipo para su venta en plan nacional e internacional.

DENTRO DE 15 DÍAS, UNA NUEVA SIDRA

Presentación oficial del nuevo caldo
El segundo descubrimiento apareció en mi camino  hace un par de días en Jumilla . Aprovechando la entrega de unas cestas de verduras y hortalizas en esa ciudad, nos llegamos Demba y yo hasta el Restaurante del Loreto, una de las empresas que, junto con la Viña Elena, también de esa región tan conocida por sus vinos, se encuentran empeñadas en sacar un nuevo tipo de sidra: un líquido a partir de la pera  de la variedad ercolina ( o ercolini), que se cultiva por estos lares.
 En pocos días más, esta empresa conjunta lanzará al mercado una primera partida de 2.000 unidades, en formato de tercios y tres cuartos. Debo decir que el sabor me ha agradado. Necesita ser escanciado desde lo alto, al estilo de la sidra asturiana, para oxigenar el líquido, y uno encuentra un sabor grato al paladar, ligeramente azucarado y con ese regusto de la sidra procedente de manzanas, por ejemplo. Pero diferente y muy agradable.
Esta es la nueva sidra de pera
Irene López, gerente del restaurante Loreto, indica que “tratamos de promocionar productos autóctonos de Jumilla, por ello utilizamos la pera Ercolini, por lo cual esta sidra es única”. 
Nos remite a su página web para mayores detalles..pero qué mejor detalle que el haber degustado este nuevo producto!!.

Deseamos la mejor de las suerte a estos inventores/emprendedores, que confían en la excelencia de los productos que presentan, y que todos tengan una larga vida de éxitos.


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lunes, 1 de febrero de 2016

De cómo convivieron durante 800 años tres religiones en Iberia

Ahora que en Ginebra se están dando los primeros pasos en pos de un acuerdo en Siria, sería bueno que se tomara nota de cómo  se convivió por esta zona por donde me encuentro, durante muchos siglos, durante la época musulmana. Tres religiones principales podían hacerlo simplemente respetando a la otra persona. Quizás sea una posible vía alternativa al menos para acercar posiciones…

Cuando el comandante Tarík ibn Ziyad tomó tierra junto al llamado monte Calpe, en tierras hispanas, no pensaba seguramente que ese promontorio que se creía formaba parte de las Columnas de Hércules llevaría un día su nombre, y que la entrada de fuerzas omeyas en este lado del Mediterráneo duraría más de ocho siglos.
Era una noche del año 7ll, y los bereberes iniciaban la gran conquista. El lugar elegido fue llamado posteriormente “Monte de Tarik”, en honor del comandante ( en árabe Yabal Tárik), de donde deriva hoy  la palabra Gibraltar. Ubicada junto a la Bahía de Algeciras, al parecer en la playa de Tarifa fue donde Tarík desembarcó sus hombres, unos 7.000 en total. Dicen que quemó sus naves,(supongo que con alguna excepción, porque un barco no era suyo), más tarde  arengó a la tropa y comenzó la conquista. Al principio sin problemas, pero luego el rey godo Rodrigo le presentó batalla. Llegaron 5.000 omeyas más, y luego 18.000 más. Al año, la incursión musulmana estaba consolidada, y se fue incrementando hasta conquistar prácticamente toda la península bética.

ESTADO DE HISPANIA EN ESE ENTONCES

Había por aquel entonces un reino visigodo que primero gobernó Rodrigo, y al morir (se dice que en una batalla contra los musulmanes), lo continuó Agila, y luego Ardo. Los reyes godos o visigodos tenían problemas dinásticos y había una especie de guerra civil entre ellos. Por otro lado, había muchos judíos en la región, que eran ninguneados por los reyes, como ciudadanos de segunda. Al norte de África también los había, y muchos musulmanes profesaron entonces la fe judaica o la cristiana. Esto los convertía en amigos de alguna manera. Los judíos ayudaron a los bereberes, ya que sabían que sus condiciones de vida mejorarían con la entrada de estas tropas musulmanas. (el mismo Señor de Ceuta ayudó a Tarik al cruce del Estrecho de Gibraltar con sus tropas en su propio buque ).
Corán utilizado en Al Ándalus - en castellano
Hubo también una peste, que menguó la población bética, y por si fuera poco, al parecer Agila II, que gobernaba la región norte, había atacado también a Rodrigo, que estaba en el sur. Vamos, que las fuerzas hispánicas no lo tenían nada claro, y los musulmanes aprovechaban esta coyuntura para ir anexionando territorios. Al cabo de pocos años estaban afianzados en toda la península, y solamente se les escapó el entonces Reino de Asturias, y la mitad de la hoy Francia, cuyo poder detentaba el Imperio Carolingio.
Bien, esto era un tremendo carajal, y hasta se dice que los leales a Agila II colaboraron para que entraran los moros, con la esperanza de consolidar sus fuerzas y luego derrocarlos…pero no ocurrió nada de esto.
De manera que con el asentamiento de los musulmanes (mayormente sirios), en la Región Bética, (Hoy España y Portugal + media Francia), nacía una nueva situación política, religiosa y de convivencia con los vencidos.

LA POLITICA ADOPTADA POR LOS INVASORES

Los musulmanes, principalmente árabes y bereberes, mantuvieron después de la conquista, sus más y sus menos. Especialmente en lo concerniente a tierras ocupadas, lo que hizo que durante varios años hubieran pequeñas guerras entre ellos, y de manera interna, entre clanes árabes. Pero al parecer, los primeros tres años fueron los decisivos, y se logró la conquista con muchas capitulaciones y rendiciones acordadas entre godos y musulmanes. Aquí comenzó entonces los que fue llamado “la etapa de Convivencia”, que llegó a durar más de ocho siglos – y algunos suman hasta 10 -, en el cual los vencidos continuaban su vida, pagando tributos (por supuesto!), pero pudiendo mantener su fe religiosa, lo mismo que ocurrió con los judíos asentados en la región.
Se había formado para entonces un Califato islámico, dependiente del Califa omeya con capital en Damasco, Siria. Se nombró un Emir, o gobernador general, y se inició entonces una organización general hasta formar la llama España Mora (“moro” viene del Latín y del griego “Mavros”, de donde sale luego Mauro y mauritanos, por ejemplo.) La Península Ibérica se transformó entonces en un estado musulmán (o islámico), donde se permitió la continuidad de estas otras religiones,principalmente judías y cristianas. Al parecer, en ese entonces eran religiones muy parecidas. Los judíos tenían costumbres de convivencia en el norte de África con los musulmanes y los cristianos entonces no creían en Jesús, dado que la llamada “Trinidad” aparece posteriormente, sobre el año 325, en el llamado Concilio de Nicea, y produjo un cisma religioso del que costó salir.
Mapa del califato Omeya
Pero era la Época de Oro del Islam, que extendía sus tierras desde Al-Ándalus (llamado así al parecer como sinónimo de “Pueblo de vándalos”, un grupo germano que ocupaba la Península Bética y parte del norte africano), hasta la mismísima China. De modo que toda la región, incluida Septiminia, la zona conquistada en Francia, se denominó al-Ándalus por los musulmanes. Las sucesivas conquistas hicieron que se gobernara en los países y regiones conquistadas, con ayuda del Estatuto del Ahl al Dhimma, es decir “la gente del Pacto”.
Este Pacto permitía a los lugareños continuar con sus propias costumbres, si bien la conversión al islam traía ventajas que muchos aprovecharon. Así, desde el siglo octavo, y en otras regiones del planeta,pueblos como los cristianos arrianos, los nestoranos, los coptos, judíos, zoroastrianos, maniqueos, hinduistas o monofisitas, pudieron seguir profesando su propia fe religiosa. Por su parte, a los musulmanes eso le facilitaba enormemente la instalación más o menos pacífica en territorios conquistados, evitando luchas intestinas que debilitarían su posición.

Por ejemplo, en el documento más antiguo de la era andalusí, el Emir Abdul Aziz permitió al entonces gobernador de Orihuela, que se mantuviera como gobernador inamovible de su pequeño territorio durante muchos años. En ese entonces, al parecer se utilizaba el criterio islámico dimanante del Corán,  y la Sunnah ( o Tradición del profeta Muhammad), que respetaba los derechos y propiedades de los  conquistados. Eso sí, abonando el correspondiente tributo o “tarifa” al estado islámico. Esto dio pie a que durante más de ochocientos años estas tres religiones, la islámica, la judaica y la cristina pudieran convivir  más o menos pacíficamente en la Península Ibérica.



Cuadro de la Batalla de Guadalete, donde moriría
el  rey visigodo, Rodrigo
No fue hasta 1492, año en que Colón zarpó hacia el descubrimiento americano, en que esta región fue reconquistada totalmente . Esto podría dar pie asimismo a numerosas hipótesis sobre los numerosos conflictos con que debió lidiar Cristóbal Colón para poder zarpar en sus tres naves, y en el tipo de tripulación que llevaría a bordo, un centenar de hombres de toda procedencia.
Para ese entonces, lo que fuera un orgulloso califato islámico había quedado reducido a diversas regiones ocupadas,más o menos aisladas, en lo que era un verdadero “reino de Taifas”, como se denominaba entonces, y que los hispanos aprovecharon para ir recuperando paulatinamente el territorio, hasta culminar en su totalidad en el año de 1492. A poco de la caída total fue cuando los Reyes Católicos ungieron a su pupilo Colón, y comenzaron la conquista, hacia otro continente.
De manera que es dable pensar si no sería posible en Siria una convivencia de ese estilo.
 

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